Nombre 

 

Erick Hassen

Lo que se hubiera significado para mí cuando niño el poder tener derecho a un nombre y a la identidad con la que me reconozco

 

Cuando pienso en ello lo primero que se me viene a la mente es que hubiera significado felicidad, y sentirme yo, porque que te llamen por el nombre que eliges cambia la manera en cómo te relacionas en y con tu entorno y con las personas que son parte de él, pues lo haces desde la sinceridad de quien eres y no desde quien te obligan ser. Hubiera significado una infancia con más amigxs quizá, el comienzo de una vida plena. Hubiera significado la posibilidad de vivirme, en lugar de a escondidas jugar a ser.

En la escuela tenía derecho a portar el uniforme que yo en la profundidad sabía que era el que me correspondía. Tenía derecho a ir en la fila de los niños y no en la de las niñas. Tenía derecho a participar en clase pero con el nombre que yo quería. Tenía derecho a ser llamado por mi nombre elegido incluso si había regaños. Tenía derecho a sentarme, caminar y jugar desde quien yo ya era. Tenía derecho a saber que sí tenía un lugar en el mundo. Al momento en que me fue negado el derecho a mi nombre y a mi identidad de género, automáticamente también me fueron negados todos estos derechos.

A escondidas hacía muchas cosas que tenían que ver con quien yo quería ser, todo eso lo viví sólo, sintiendo placer en esos que pedía fueran eternos momentos, creo que el vivirme a escondidas me permitía llevar mi día a día, pero no es igual, no veía razones por las que no tuviera vivirme de esa manera. En este sentido, hubiera significado crecer con menos miedos, con menos preocupaciones o angustias sobre cómo esquivar siempre las preguntas y/o comentarios incómodos, habría disfrutado de mis actividades tanto sociales como individuales. Incluso hubiera significado un acompañamiento y aprendizaje no sólo para mí, si no, para las personas con las que convivía, desde profesorxs, compañerxs, familia, etc.

Pero lo más importante es que también hubiera significado una mejor convivencia con mi propio cuerpo, conocerlo, cuidarlo desde esa temprana edad y llegada la adolescencia entender mis cambios corporales, identificar las partes de mi cuerpo con las que no me sentía a gusto, en lugar de odiarlas o mortificarme por completo porque mi cuerpo no era como yo quería, hubiese sido bueno verlo al espejo y reconocerlo mío desde entonces…de reconocerme como niño con vulva, pero no hubo oportunidad de ello. Podía hacer varias cosas que me gustaran, pero siempre intentando ocultar mi cuerpo, creo que esa es la mayor presión, y entonces había más presión que felicidad, porque otra de las cosas que sucedían es que las personas notaban que mis comportamientos no eran “como las de las niñas o las adolescentes”, entonces inmediatamente había un alto y “me corregían”.

En resumen hubiera significado poder hablar, externar mis dudas, compartir y convivir con más infancias trans y a su momento con adolescencias trans. Hubiera significado poder sentirme pleno, feliz, querido, escuchado, acompañado, crecer creándome espacios, mi propio discurso, fortaleciendo mi capacidad de agencia, abrazando y respetando mi propio cuerpo y a eso se traduce en dignidad. Y por supuesto la rectificación de mi acta desde pequeño, me hubiera permitido tener hoy todos mis documentos personales en concordancia con el nombre que elegí, pues hacerlo hasta una edad (27años) está resultando un trámite muy tardado sólo por la rectificación de mi acta, falta el INE, mis certificados de primaria, secundaria, preparatoria, CURP, etc.

Creo que es importante que se reconozca a las infancias y adolescencia trans porque desde esas tempranas edades las decisiones de las personas adultas y del Estado también impactan directamente sobre nuestras vidas y desarrollo, no nacemos a los 18, no nos hacemos a los 18.

 

Qué significa el nombre

 

Para una persona trans, desde pequeña puedes no entender qué es lo que pasa contigo, puedes no entender por qué te sientes como te sientes, puedes no entender nada, pero sabes que el nombre que te asignaron no es el tuyo, sabes que no quieres llamarte así.

Así que el nombre significa libertad, saber que estás renunciando a lo que te habían dicho que eras, para elegir ser tú y empezar a vivirte tú, es sellar la realización de ti mismx. Y por otro lado también significa la batalla ganada, quizá la más grande. Pero también significa ser escuchadx de la manera que sea, pero escuchadx, significa la existencia, el cumplimiento de un deseo, de un sueño, pero jamás de un capricho. 

El nombre con el que me registraron mi mamá y papá, era bonito, pero no era mío, me incomodó siempre, así que por mucho tiempo decidí que mi apellido fuera mi nombre, les pedía a las personas que sólo me llamaran por Juárez, fue estratégico, pues si no podía enunciarme como yo quería, entonces buscaba la manera en que aquél nombre no me fuera tan pesado. Y entonces así me fui por mucho tiempo, generando estrategias para que no me llamaran por el que ya no es mi nombre hasta que un día tuve acceso a más información y por primera vez a referentes trans.

Para mí como persona trans enunciar el nombre, es enunciar el cuerpo, y ese primer momento en que me llamaron por mi nombre era el momento más deseado de toda mi vida y eso se traduce como un acto de justicia donde la felicidad se vuelve incomparable con cualquier otro momento.

El nombre no se limita sólo el significado que encuentras en el diccionario o en internet, va mucho más allá, el nombre significa un renacimiento, el comienzo de una nueva memoria, de una nueva narrativa, de nuevas posibilidades, de nuevas batallas. Significa también lo que has vivido, quien ha estado contigo, puede significar el agradecimiento a alguien o algunxs que te acompañan en el renacer y el caminar.

 

 

Plutón, marzo, 2022.